Kettlebell, la versatilidad hecha pesa
Las pesas rusas o kettlebell son un tipo de mancuernas que ya podemos encontrar en cualquier gimnasio. Son una herramienta más a la hora de entrenar y puede convertirse en un gran aliado a la hora de ejercitarnos o hacer nuestro planteamiento para un entrenamiento funcional. La razón es, principalmente, su versatilidad, lo que nos permite usar estas pesas de multitud de maneras diferentes.
Pesa propicia para entrenamientos funcionales
Su diseño y su forma nos ofrecen ventajas importantes a la hora de hacer entrenamientos funcionales. Su agarre determina un centro de gravedad cambiante producido por el efecto péndulo. Ese peso descentrado provoca que la carga sea más complicada de controlar, obligando a incrementar el trabajo de algunos músculos estabilizadores. Ejercicios balísticos de arranque y carga sirven como ejemplo, pues mejoramos la técnica de absorción y estabilización del movimiento y su inercia.
El uso de la kettlebell también nos permite aumentar la flexibilidad y la estabilidad del hombro a causa del peso descentrado que fuerza el rango de movimiento articular. Ejercicios como las sentadillas de arranque o levantamientos nos ayudan a trabajar el hombro y otras articulaciones desde diversos ángulos. Así mismo, zonas como el core, el antebrazo o el tronco inferior también se ven beneficiados mediante el entrenamiento con estas pesas.
Las características de estas pesas rusas, en definitiva, nos permiten disfrutar de un amplio abanico de ejercicios que serían muy complicados de conseguir con otros tipos de herramientas o cargas. De esta forma, contamos con un aliado importante a la hora de ejercitarnos y entrenar diversos grupos musculares, nuestra flexibilidad y resistencia.
Muy a tener en cuenta: la técnica
Sin embargo, antes de utilizarlas hay que tener algunos conceptos presentes. Y es que, a pesar de parecer sencillo, hay que vigilar el uso de las kettlebells. Para aprovechar al máximo sus características y sentirnos cómodos, es muy importante poner énfasis en la técnica. Es esencial conocer su uso y los movimientos a ejecutar, pues sin un buen asesoramiento las personas que entrenen con ellas pueden correr riesgo de lesión o no ejercitarse de la forma correcta. Algo habitual, por ejemplo, es la sobrecarga de determinadas partes del cuerpo por falta de experiencia en el uso de estas pesas.
Formas y estilo, también importantes
Aunque todos podemos tener en mente la forma de esta pesa, existen variaciones entre unas y otras que pueden permitirnos disfrutar de movimientos más fluidos y fáciles, o que nos sea complicado ejecutarlos. Por ejemplo, podemos encontrar diferentes tipos de grosor del asa, siendo importante a la hora del agarre. Un asa demasiado gruesa puede dificultarnos la realización del movimiento. Lo mismo podemos decir de la distancia interior del asa, pues si la distancia es demasiado ancha o, en su defecto, estrecha, nos puede complicar las transiciones.
Actualmente, debido a su auge, podemos encontrar kettlebells de diferentes colores y diseños más atractivos. La principal diferencia que podemos encontrar en el fitness es que los modelos de competición o más profesionales tienden a conservar las mismas dimensiones esféricas independientemente del peso. Esto es, básicamente, para facilitar la técnica en deportes de lanzamiento o de sesiones de entrenamiento con series de larga duración.
Pese a que pueden parecer detalles sin importancia, fijarse en ellos puede marcar una diferencia a la hora de personalizar todavía más nuestros servicios. Todo lo que sea referente al acomodo de nuestros clientes, así como facilitar sus ejercicios, siempre será positivo.