Nuevos Propósitos: dale un giro a tu plan de carrera
Un artículo de Manel Mazaira
Somos las historias que nos contamos.
Y esta es una historia que comienza con la respuesta de Albert Einstein a un estudiante, totalmente merecedora de metamorfosearse en un Haiku.
«Dr. Einstein, ¿no son exactamente estas las mismas preguntas que el examen final del año pasado? Sí, exactamente las mismas. Las respuestas han cambiado».
Una observación que tienes que abrazar como el leitmotiv de tu plan de carrera.
Hoy día, la decisión de alcanzar nuevos propósitos se nos presenta aún más desafiante ante un entorno VUCA&BANI. De un sector como el Fitness estable, obvio y predecible hemos pasado a uno de alta complejidad, caótico e impredecible. Los aprendizajes del pasado y las best practices están basados en un marco completamente diferente. Obviamente, las respuestas han cambiado.
La curva de aprendizaje
La Curva de Aprendizaje es a menudo utilizada como metáfora de la curva sigmoidea o la segunda curva (Charles Handy, 1995), en calidad de la explicación de la trayectoria de una persona en todas sus dimensiones: personal, profesional, en la vida, en el amor, en las relaciones, en el mundo empresarial.
En una vida es posible reinventarse y encadenar una nueva curva. Una etapa que inicie un nuevo ciclo de crecimiento. Cada uno de nosotros podemos enlazar tantas curvas sigmoideas como seamos capaces en nuestra existencia: desaprendiendo y volviendo a aprender, creciendo y buscando el éxito de nuevo.
La curva sigmoidea o segunda curva solía durar décadas, en algunos momentos hasta generaciones. En la actualidad puede durar, como mucho, algunos pocos años. La tendencia es seguir reduciéndose, hasta a veces en pocos meses. La sociedad de la inmediatez hace que esa curva sea cada vez menor en el tiempo.
«Las necesidades del mañana no se entrenarán con las herramientas y habilidades del pasado».
Es más fácil ver la necesidad del cambio cuando una posible crisis se otea en el horizonte, pero entonces ya habrás agotado posiblemente tu tiempo y recursos para hacerlo. Para progresar en todas las diferentes dimensiones de tu vida es necesario cambiar de forma disruptiva tu “status quo”: hay que comenzar un nuevo camino que será con casi toda seguridad diferente del existente hasta ese momento. Necesitamos comprender de una forma completamente nueva cómo tenemos que afrontar las nuevas situaciones que nos van a ir surgiendo.
Para ello es vital iniciar ese viaje, al tiempo que la primera curva conserva su vigencia. Justo antes de que se estabilice, mucho antes de que se degrade. Pensando en el futuro de una forma diferente o haciendo los cambios pertinentes para que otras nuevas personas nos acompañen en ese trayecto. Y no es nada fácil discernir ese momento.
«Nuestros éxitos en el pasado no han de cegar las oportunidades del presente y las necesidades del futuro».
Por suerte, os traigo buenas noticias: existe vida más allá de esa curva. Y tenemos la posibilidad y el poder de cambiarla creando una nueva. Las nuevas tecnologías nos ofrecen infinitas posibilidades y segundas curvas; identificarlas y utilizarlas constituye nuestro nuevo reto estratégico. El secreto de nuestro propio crecimiento consiste en comenzar una nueva curva sigmoidea antes de que la primera se termine. El lugar adecuado para iniciarlo es justo en el punto A, donde todavía tenemos tiempo y recursos necesarios para que dicha segunda curva pueda explorar, aprender y crecer antes que la primera se degrade y caiga en picado. Porque para un individuo, encontrarse en el punto B puede ser un momento de complicado retorno: un despido, una pérdida de un proyecto ilusionante, o salirse de las actuales o futuras necesidades del mercado.
Los que son capaces de comenzar la segunda curva en el punto A tienen un porcentaje de futuro éxito muy prometedor, construyendo un nuevo futuro mientras mantienen el rédito de su buen presente. La transición es un momento de estrés y confusión, y no obstante los resultados y volver a estar en disposición de un nuevo periodo de crecimiento hace que realmente valga la pena.
«Aprender no es prepararse para la vida. Aprender es la vida misma».
John Dewey
5 Tips que te ayudarán a alcanzar tu nueva curva
- Describe tus planes profesionales o personales actuales. Analiza y establece en qué punto te encuentras exactamente de la curva. Establece de forma clara qué significaría para ti encontrarte en el punto A o en el punto B con un indicador objetivo que te haga ver que te encuentras en alguno de estos puntos.
- Planifica tu futuro. Una vez sabes en qué punto te encuentras, mira de delimitar de forma detallada dónde te gustaría llegar, qué quieres desarrollar o alcanzar. Define de forma clara tu nueva meta y mira de dejarlo por escrito. Si es posible, transmítelo a tu entorno. Reafirmarás de esta forma tu compromiso.
- Lista de necesidades. ¿Qué necesitas para impulsar ese salto hacia la segunda curva? Formación, habilidades, conocimiento, capacidades… has de buscar ser muy claro y objetivo. Tanto aquellas fortalezas que debes adquirir como GAPS que tengas para alcanzarlo. En este campo es muy aconsejable el soporte de un profesional (ya sea interno o externo) que te proporcione acompañamiento.
- Plan de acción. Establece un plan de acción medible, objetivo y cualitativo. Ayúdate con el método SMART, EVEREST o similares. Evita procrastinar. Incluye una serie de indicadores que te hagan valorar fielmente el logro de dichos objetivos. Lleva un registro siempre y anota todos tus progresos y datos relevantes. Evalúa (muy aconsejable acompañado de un profesional) el camino y logros alcanzados. Busca los cambios necesarios a través de metodologías de mejora continua, como el ciclo de Deming o semejantes. Aplícalo de nuevo, reajusta y vuelve a comenzar.
- El primer interesado eres tú. Reconsidera tu inacción si piensas aquello de que «la empresa no me motiva ni me proporciona las herramientas necesarias para crecer». El punto de partida en el interés y la motivación por querer seguir creciendo es uno mismo. Si tu empresa te proporciona recursos para crecer es genial y has de aprovecharlos al máximo. Si por alguna razón no fuera así, el primer interesado en seguir evolucionando eres tú. No dejes solamente en manos de los demás lo que por ti mismo eres capaz de hacer.
En nuestra próxima curva (artículo) mostraremos formas diferentes de crecer y abordar tu plan de carrera: un objetivo sin un plan es solo un deseo.