Variabilidad del Ritmo Cardíaco: Una nueva manera de medir el bienestar
La información es poder, dice el dicho, pero también conocimiento. Conocimiento con el cual tomar decisiones resulta más fácil y acertado.
Gracias al progreso de la tecnología hoy en día, desde el confort de nuestros hogares, podemos medir y seguir la evolución de cada vez más indicadores de la forma física y la salud, nuestro peso, el ritmo cardíaco, la presión arterial, el número de pasos en un día o las calorías consumidas, incluso el azúcar en sangre. Últimamente, los investigadores primero y a continuación el mundo del deporte profesional pero también el de rendimiento ejecutivo han empezado a medir un indicador de resiliencia, equilibrio del sistema nervioso, recuperación y flexibilidad del comportamiento. Se denomina Variabilidad del Ritmo Cardíaco.
Te has preguntado alguna vez ¿cuál es el impacto para la salud de un día estresante? ¿Estás listo para la siguiente carga de entreno? ¿Hay alguna cosa que puedas hacer hoy que te ayude a tener un mejor día mañana? La variabilidad del Ritmo Cardíaco (HRV) puede ser la pieza que te ayude a contestar estas preguntas.
¿Qué es el HRV?
El HRV es simplemente una medida de la variación en tiempo entre latidos del corazón. Esta variación está controlada por una parte primitiva del sistema nervioso, el sistema nervioso autonómico. Trabaja más allá de nuestra regulación consciente y regula entre otras cosas el pulso, la presión arterial, la respiración y la digestión. El sistema nervioso autonómico está dividido en dos ramas principales, la simpática y la parasimpática, también conocidas como los mecanismos de Respuesta al estrés: luchar o huir por un lado o la respuesta relajante por el otro.
El cerebro está procesando información constantemente en una región llamada el Hipotálamo. Éste, mediante el SNA, envía señales al resto del cuerpo para; o bien estimular o bien relajar diferentes funciones. Responde no tan solo a una mala noche de sueño, o a aquella interacción amarga con tu jefe, sino también a las noticias excitantes que captan tu atención, o aquella comida deliciosa de la cena. Nuestro cuerpo gestiona estímulos de todo tipo y la vida continúa.
Desgraciadamente, si tenemos circunstancias persistentes de estrés, pasamos malas noches, sufrimos de una mala dieta o de hábitos perjudiciales para la salud, o bien tenemos relaciones poco gratificantes o tóxicas, estamos solos o no hacemos ejercicio físico, este equilibrio del sistema nervioso puede perderse, y tu respuesta de lucha o huir puede tomar el control.
¿Por qué hay que medir pues la HRV?
La variabilidad del Ritmo cardíaco es una forma interesante y no invasiva de identificar estos desequilibrios del SNA. Si el sistema de una persona está más en modo luchar o huir (activación simpática), la variación entre latidos consecutivos es baja. Si se está más en un modo relajado (activación parasimpática), la variación entre latidos es más elevada. Dicho de otro modo, cuanto más saludable el SNA más rápidamente podrás cambiar marchas, mostrando más resiliencia y flexibilidad para el estrés diario.
De unos años para acá, estudios científicos han mostrado una correlación entre HRV bajos y depresión o ansiedad. Uno HRV bajo es incluso asociado con un riesgo de muerte más elevado y la dolencia cardiovascular.
Las personas que tienen un HRV más alto es probable que tengan una mayor salud cardiovascular y sean más resilientes al estrés. El HRV es también un buen feedback para ayudarte a hacer cambios saludables en tu estilo de vida. Es fascinante ver como el HRV cambia al incorporar más mindfulness, meditación, mejor calidad del sueño y especialmente actividad física en tu vida.
¿Cómo puedes medir el HRV?
Hasta hace poco esta medida tan solo se podía hacer en hospitales con el equipamiento médico necesario para hacer un electrocardiograma. Y ésta sería, sin duda, la manera más fiable de monitorizarlo. Últimamente pero, en el mercado hay toda una serie de empresas tecnológicas que ofrecen productos y aplicaciones, que con la ayuda de un sensor para registrar el ritmo cardíaco (pulsómetro tradicional, pero también desde la cámara del móvil) pueden registrar el HRV correctamente.
En resumen
Registrar el HRV puede ser una muy buena herramienta para motivar cambios en el comportamiento. Es una herramienta que ayuda a crear conciencia de cómo vivimos y de cómo pensamos, y de cómo nuestro comportamiento afecta a nuestro sistema nervioso y a nuestras funciones corporales. Naturalmente no nos puede ayudar a evitar determinados tipos de estrés, pero a buen seguro que puede ayudar a cómo responder mejor y más saludablemente.
En un futuro próximo esperamos ver cómo agencias independientes identifiquen qué aparatos y o softwares ofrecen datos que podemos creernos, fiables y relevantes. De momento, la recomendación es que te quedes en, si el valor de tu HRV es alto o bajo, es más importante observar los cambios que se producen a causa de nuestro estilo de vida y/o a nuestras intervenciones pautadas por especialistas.
En el fondo, el HRV es una mirada al sistema nervioso que nos ayuda a tomar acciones preventivas.
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